viernes, 21 de abril de 2017

La ruptura un artículo de nuestro libro SIN PODER






Ya puedes encontrarte en alguna esquina, o a la sombra de algún árbol con el libro SIN PODER. Construyendo colectivamente la autogestión de la vida cotidiana. coordinado por Javier Encina y Ainhoa Ezeiza. 

Vamos a ir dando algunas pinceladas de los artículos que componen este libro.

Información sobre el libro http://desempoderamiento.blogspot.com.es/2017/03/sin-poder-primer-libro-de-la-tetralogia.html








La ruptura. John Holloway


Romper, queremos romper. Queremos romper el mundo tal como es. Un mundo de injusticia, de guerra, de violencia, de discriminación, de Gaza y de Guantánamo, un mundo de multimillonarios y de mil millones de personas que viven y mueren de hambre, un mundo en el cual la humanidad se está aniquilando a sí misma, masacrando las formas de vida no humanas, destruyendo las condiciones de su propia existencia. Un mundo dominado por el dinero, dominado por el capital. Un mundo de frustración, de potencial despilfarrado.

Queremos crear un mundo diferente. Protestamos, por supuesto, protestamos. Protestamos contra la guerra, contra el creciente uso de la tortura en el mundo, contra la trasformación de toda vida en una mercancía que puede ser comprada y vendida. Protestamos contra el tratamiento inhumano a los inmigrantes, contra la destrucción del mundo en aras de las ganancias.

Protestamos y hacemos algo más, lo hacemos y debemos hacerlo. Si sólo protestáramos, permitiríamos que los poderosos impusiesen su programa. Si todo lo que hiciéramos fuese oponernos a lo que ellos intentan hacer, entonces, sencillamente seguiríamos sus pasos. Romper significa que hacemos más que eso, que tomamos la iniciativa, que imponemos el orden del día.

Negamos, pero a partir de nuestra negación crece una creación, un otro hacer: una actividad que no está determinada por el dinero, una actividad que no está configurada por las reglas del poder. A menudo, la alternativa parte de la necesidad. El funcionamiento del mercado capitalista no nos permite sobrevivir, y necesitamos hallar otras formas de vida, formas de solidaridad y cooperación. A menudo, surge de una elección; rechazamos someter nuestras vidas al dominio del dinero, nos dedicamos a lo que consideramos necesario o deseable. De uno u otro modo, vivimos el mundo que queremos crear (...)


El método de la grieta es el método de la crisis: quisiéramos comprender la pared, pero no a partir de su solidez, sino desde sus grietas. Queremos comprender el capitalismo pero no como dominación, sino de la perspectiva de sus crisis, contradicciones, sus debilidades, y queremos entender cómo nosotros mismos somos esas contradicciones. Ésta es teoría crítica, teoría de crisis. 

La teoría crítica o de crisis es la teoría de nuestro choque con el entorno. La humanidad -en todos sus sentidos- choca cada vez más con el capitalismo, se le hace cada vez más difícil conformarse a medida que el capital exige más y más. Sencillamente, cada vez más gente no encaja con el sistema o, si tratamos de ajustarnos al capital como al lecho cada vez más pequeño de Procusto, lo hacemos con frecuencia al costo de dejar atrás fragmentos de nosotros mismos. Ésta es la base de nuestras grietas y de la creciente importancia de una dialéctica de la inadecuación. 

Queremos comprender la fuerza de nuestra inadecuación, queremos saber cómo golpeando una y otra vez nuestra cabeza contra la pared lograremos derribarla (...) 

¿Podemos en verdad agrietar el capitalismo? ¿Qué significa? ¿El capitalismo es realmente una superficie dura que podamos agrietar, o es sólo un lodo viscoso que cuando tratamos de agrietarlo vuelve a su lugar, tan repugnante y entero como siempre? 

¿O acaso hay algo que nuestros ojos cansados no ven? ¿Podría ser que nuestros intentos de ruptura estén creando algo hermoso que está surgiendo de las profundidades del lodo? ¿Algo que nuestros ojos tienen dificultad en ver, y nuestros oídos en escuchar, algo que habla con una voz que no entendemos? (...) 

En todo esto existen inquietudes, dudas, peligros. Cuando aguzamos nuestra vista y nuestro oído para percibir algo que apenas vemos, que apenas percibimos, que apenas discernimos o distinguimos, puede ser que estemos ejercitando nuestros sentidos o puede ser que sólo estemos fantaseando y que eso que apenas vemos y oímos realmente no exista, que sea tan sólo el producto de nuestras ilusiones. Quizá. Pero necesitamos actuar, hacer algo, romper el terror de nuestra estampida hacia la destrucción. Preguntando caminamos, pero caminando, no quedándonos quietos, es como desarrollamos nuestras preguntas. Mejor es salir, encaminarse hacia lo que puede ser una mala dirección, en lugar de quedarse y estudiar detenidamente un mapa que no existe. Entonces, guardaremos nuestros temores y dudas, y miremos las fuentes de la esperanza, el millón de intentos por romper la lógica de la destrucción. 

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