lunes, 15 de junio de 2015

Los principios de ilusionismo: DE OBJETIVOS PARA TODO A FALTA DE OBJETIVOS A PRIORI

Los principios de ilusionismo: son los que nos preguntan sobre cómo tenemos que trabajar las formas de hacer para saber si nos movemos dentro de un proceso de ilusionismo social (lo llamamos principio porque solamente sabemos cómo empezar a enfrentarnos con un proceso, pero no sabemos ni cómo iniciarlo ni cómo se desarrollará...). 

Como plantea el COLECTIVO SITUACIONES: “[...] un conglomerado heterogéneo de reuniones sin más hilo de coherencia que los que de pronto brotan del caos y sin conocer exactamente que desarrollo podremos darle [...]. Así que sabemos sólo como comenzar. Y esto muy relativamente. De hecho, todos los procedimientos (dispositivos) que preparamos suelen mostrarse auténticamente improcedentes ante la textura de la situación concreta”.
 
SENCILLIZANDO
 
Lo importante es cómo y con quién nos encontramos en cada momento; el proceso vital y de transformación, no lo que decidimos de antemano como si fuéramos profetas; que sin contar con nadie ni con las situaciones concretas, podamos lanzar profecías de lo que va a ocurrir en el futuro...Dejando de lado a todas las personas y relaciones con las que nos vamos encontrando.

Sabemos como aclararnos antes de empezar un proceso de participación, pero no sabemos predecir el surgimiento de lo nuevo; puesto que de lo contrario ya no sería nuevo. No sabemos con quienes nos vamos a encontrar, qué es lo que les gusta hacer, cómo se engarzan estos gustos con otros del resto de grupos con los que nos hemos encontrado...Todo esto lo vamos viendo y trabajando sobre la marcha; poniendo en juego los sentidos, los imaginarios, las técnicas y las herramientas. 

COMPLEJIZANDO
 
El final de la investigación no es tan importante como los momentos y espacios que se viven en la misma. El para qué, cómo, con quién,…, se van redefiniendo a lo largo del propio proceso. También lo que se decidió al principio es relativo, lo importante es cómo nos encontramos en cada momento.

Estamos hablando de una forma de hacer que no sea integrista, que no sea rígida, que esté abierta a la influencia del propio proceso, que se vaya enriqueciendo y creciendo con el desarrollo de las propias experiencias, una forma de hacer mestiza... que no preconfigure la realidad, sino que sea un instrumento en manos de la gente para la reproducción ampliada de las formas de vida cotidiana.

Por esto no puede hablarse de objetivos a priori, porque si el investigador/a (solo o con un grupo de elegidos), antes de trabajar con la gente, ya diseña que es lo que hay que conseguir con la investigación, entonces la gente se convierte en mera excusa para conseguir los objetivos a priori, y por arte de magia se convierte en objeto y volvemos a la primera casilla. Como plantea Jesús IBÁÑEZ (1989:74): “no se puede enseñar a investigar, no se puede decir a priori a un investigador cómo se deben diseñar las investigaciones".

En palabras de el COLECTIVO SITUACIONES (Argentina) (2004:102): “Cuando hablamos de talleres y publicaciones como prácticas del colectivo, nos vemos de inmediato en la necesidad de recordar que no existen tales talleres, sino un conglomerado heterogéneo de reuniones sin más hilos de coherencia que los que de pronto brotan del caos y sin conocer exactamente qué desarrollo podremos darle. Algo semejante sucede con las publicaciones: ellas surgen como necesidades provisorias de invocar la presencia de otras experiencias con quienes prolongarnos, pero no representan un estadio necesario de un sistema más vasto.

Así que sabemos sólo como comenzar. Y esto muy relativamente. De hecho, todos los procedimientos (dispositivos) que preparamos suelen mostrarse auténticamente improcedentes ante la textura de la situación concreta. Así, las condiciones mismas del encuentro vienen como anticipadas por la voluntad conjunta de co-investigar, no importa bien qué (el tema puede variar), con tal de que en ese viaje se experimenten modificaciones contundentes, es decir, que se salga de allí con nuevas capacidades de potenciar prácticas”.

No se puede predecir el surgimiento de lo nuevo, de lo contrario no sería nuevo. No se puede conocer la aparición de una creación por anticipado, pues entonces no habría creación”. E. MORIN (2001:97-98).
 

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