En Pedrera, Las Cabezas de San Juan, Olivares (Sevilla, Andalucía) y en Los Patios de la Estación (Cuernavaca, Morelos) hemos trabajado las historias orales en procesos de participación comunitaria. Son una herramienta transversal (herramienta-técnica), que hemos usado cuando los sentidos de oportunidad, sensibilidad, afectividad y proximidad nos han hecho percibir que era necesario.
¿Para qué
sirven las historias orales?
Cuando
nos preguntamos ¿para qué sirven las historias orales?, no cabe
otra respuesta que la de Gustavo en “La estrategia del caracol”:
¡pa’ la dignidá’ ¡pa’ la dignidá’ nuestra!; tras esto se
retiran los medios de comunicación de masas... Tal vez sea el
momento de poder empezar a trabajar desde nuestras propias
inquietudes.
A
la hora de trabajar cualquier proceso de participación debemos tener
en cuenta tres aspectos fundamentales:
Nuestra
acción no debe centrarse en la toma del poder (ya sea de forma en
que una vanguardia promueve la insurrección, o en que una vanguardia
organiza un partido y gana las elecciones), ni en el empoderamiento
(que al fin y al cabo es una toma de poder, habitualmente en el marco
de las lógicas dominantes); sino en la autogestión colectiva del
poder con el horizonte utópico de su disolución, en el
desempoderamiento. La autogestión nos cambia la mirada desde la toma
del poder al poder hacer/pensar/sentir, lo que implica saberes,
habilidades y quereres. Además, siempre hace referencia a una
dimensión colectiva que parte del flujo social, del
hacer/pensar/sentir de otr@s y con otr@s.
Para
ir construyendo la autogestión colectiva del poder es necesaria en
primer lugar la resistencia, tanto en el nivel de
oposición/conciencia, como en el de interacción creativa. En
segundo lugar es necesaria la ruptura que abra hacia la innovación,
que de lugar a nuevas propuestas que provoquen renunciar a la
identidad y potenciar las identificaciones. Y en tercer lugar, cauces
de participación que den forma a la oposición/interacción/innovación
que tendrán que construirse en el proceso, fruto de las diversas
acciones que se vayan realizando.
Desde las historias orales se pueden trabajar, sin posibilidad de
separarlos:
-
el intercambio de saberes, haciendo ver la importancia de lo que sabe la gente; construido y aprendido fuera de las instituciones del estado y del mercado (aunque en una continua oposición, consentimiento y entrelazar la cultura oficial, la cultura de masas y las culturas populares).
-
los cauces de participación, partiendo de la autogestión y la descentración que potencian las formas de transmisión de dichas historias.
-
las motivaciones que, al sentir la realidad como una construcción colectiva, te ponen en disposición de comprender que el futuro depende en buena manera de lo que puedas vivir con los demás.
Las
historias orales no son las historias de las personas que no saben
escribir, son las historias de las que, por su posición asimétrica
con respecto al poder, sólo pueden transmitir sus historias
verbalmente; son las historias de las personas desposeídas por no
tener dinero, por no ejercer el poder político, por no pertenecer al
género, la edad o la cultura dominante...
Las
historias orales son las historias de la mayoría social a la que aún
no han podido robarle el conocimiento, los recursos y las formas de
transmisión de las narraciones orales. Al tener un soporte
tecnológico descentrado facilitan la resistencia, el ser
autogestionadas, y el poder ser apropiadas fácilmente por la gente.
En palabras de Emmanuel LIZCANO (1984:10) “que la escritura tenga
un bien ganado prestigio por el impulso que haya podido dar a la
ciencia, que quien esto escribe saque de ella no sólo sustento sino
hasta placer físico, no autoriza a nadie a desertizar el suelo de
las culturas orales. No tendrán escritura, pero tienen otros logros
de los que nosotros carecemos, y –que yo sepa- nunca han emprendido
campañas de oralización que llevaran a la hoguera nuestros
libros como formas de superstición e incultura. Gentes de letras y
gobierno: las culturas del verbo no habitan tan solo en continentes
lejanos. Gitanos y euskaros, gallegos y andaluces, nuestros propios
críos y hasta los abismos inconscientes que anidan en cada uno de
nosotros, tan letrados, tienen su palabra. Como sabía Juan de
Mairena, aún ‘es muy posible que, entre nosotros, el saber
universitario no pueda competir con el folklore, con el saber
popular’. ¡Dejadles, dejadnos, dejémonos en paz”.
Os dejamos a continuación una reflexión teórica y diversos materiales que hemos elaborado en los diversos municipios nombrados....
Oportuna memoria from ILUSIONISMO SOCIAL on Vimeo.
OPORTUNA MEMORIA. HISTORIAS ORALES DE LAS COLONIAS, CASABLANCA Y AVD. CONDE DUQUE DE OLIVARES (SEVILLA). UNILCO-espacio nómada (coord)
DE COMO ESTAMOS USANDO LAS HISTORIAS ORALES EN LOS PATIOS DE LA ESTACION PARA LOGRAR LAS COSAS DESEADAS COMO COMUNIDAD. Colectivo de ilusionistas sociales de México
DE COMO ESTAMOS USANDO LAS HISTORIAS ORALES EN LOS PATIOS DE LA ESTACION PARA LOGRAR LAS COSAS DESEADAS COMO COMUNIDAD. Colectivo de ilusionistas sociales de México
YA TENEMOS WEB SOBRE LAS HISTORIAS ORALES: Aquí