En este programa número 26 de Alegría Libertaria, de nuestra radio libre online también denominada Alegría Libertaria, damos algunas pinceladas del concepto de convivencialidad propuesto por Iván Illich (1978), junto con algunas reflexiones nuestras basadas en nuestros trabajos dinamización de la autogestión de la vida cotidiana.
"El concepto de convivencialidad, tal y como lo entendemos quienes escribimos este texto, procede de la obra de Ivan Illich, quien nos acompaña en nuestros pensares/sentires/haceres, aunque tendríamos que tomar el término convivialidad para aproximarnos más aún a su propuesta. Así lo cuenta Braulio M.E. HORNEDO (2017:271-272), “la palabra convivencia utilizada por el DRAE en su definición de multicultural me permitirá establecer la diferencia con la palabra convivialidad. Pues mientras la convivencia es forzada e impuesta por las circunstancias que nos obligan a ser tolerante con el otro, con el que se convive, la convivialidad, por el contrario, es la reunión voluntaria con el otro para el convivio. Es resultado del convite, de juntar a los camaradas en torno de la mesa para comer, beber, conversar y también para trabajar entre semejantes (...). La convivialidad propongo temporalmente: es una celebración de la amistad que se realiza voluntariamente entre semejantes”.
En esta acepción, se trata de dinamizar las mediaciones deseadas, el querer estar junt@s, trabajando para pasar de la incomprensión de las otras culturas al mestizaje. Esto, dicho así, parece algo utópico, sin embargo, en las culturas populares sucede cada día en la vida cotidiana. Las culturas populares son generadoras de vida, por eso tienen capacidad de transformar: la diversidad y la horizontalidad, unidas a la capacidad de adaptación, de resistencia y del disfrute de la vida cotidiana son potenciales generadores de procesos comunitarios de transformación. Las culturas populares recuperan y revitalizan saberes colectivos que, junto a los intercambios, trueques espontáneos, cultivos sociales, apoyos mutuos, vínculos afectivos, desaprendizajes y apertura a nuevos aprendizajes... constituyen una fuente inagotable de conocimiento.
(...)
Habría que poner los cuidados en el centro para ir construyendo colectivamente la confianza, la libertad y la esperanza, en la alegría del ESTAR, desde la interdependencia y la autonomía. Si lo pensamos desde las identificaciones, encontraremos que tenemos puntos comunes con la gente, que facilitan el flujo de las relaciones, y también muchas diferencias que nos ayudarán a construir nuevos pensares/sentires/haceres, desde el disenso, y así ir restando identidad, entretejer saberes, haceres y sentires, sin objetivos a priori. Las identificaciones se dan en aquellas entradas de la matriz sociocultural en las que coincidimos con otras personas: identificaciones de género, de edad, de culturas del trabajo/clase social, de adscripción de lugar y/o asociativa.
Al identificarnos, si dinamizamos los cuidados se abre paso a otras construcciones. Los cuidados son un conjunto de prácticas orientadas a identificar y facilitar la construcción colectiva de los satisfactores que den respuesta a las necesidades del grupo o movimiento. Los cuidados funcionarían en forma de catalizador: atrayendo, conformando, agrupando acciones, pensares, sentimientos. Esta agrupación facilitaría la construcción colectiva de los satisfactores y la ayuda mutua para despojarnos de las pobrezas" (Encina, Ezeiza & Delgado de Frutos, 2019).
Canciones del programa por orden de aparición:
Programa bajo licencia CC-by-sa-nc a excepción de la música. Uso educativo.
"El concepto de convivencialidad, tal y como lo entendemos quienes escribimos este texto, procede de la obra de Ivan Illich, quien nos acompaña en nuestros pensares/sentires/haceres, aunque tendríamos que tomar el término convivialidad para aproximarnos más aún a su propuesta. Así lo cuenta Braulio M.E. HORNEDO (2017:271-272), “la palabra convivencia utilizada por el DRAE en su definición de multicultural me permitirá establecer la diferencia con la palabra convivialidad. Pues mientras la convivencia es forzada e impuesta por las circunstancias que nos obligan a ser tolerante con el otro, con el que se convive, la convivialidad, por el contrario, es la reunión voluntaria con el otro para el convivio. Es resultado del convite, de juntar a los camaradas en torno de la mesa para comer, beber, conversar y también para trabajar entre semejantes (...). La convivialidad propongo temporalmente: es una celebración de la amistad que se realiza voluntariamente entre semejantes”.
Iván Illich en Ocotepec |
En esta acepción, se trata de dinamizar las mediaciones deseadas, el querer estar junt@s, trabajando para pasar de la incomprensión de las otras culturas al mestizaje. Esto, dicho así, parece algo utópico, sin embargo, en las culturas populares sucede cada día en la vida cotidiana. Las culturas populares son generadoras de vida, por eso tienen capacidad de transformar: la diversidad y la horizontalidad, unidas a la capacidad de adaptación, de resistencia y del disfrute de la vida cotidiana son potenciales generadores de procesos comunitarios de transformación. Las culturas populares recuperan y revitalizan saberes colectivos que, junto a los intercambios, trueques espontáneos, cultivos sociales, apoyos mutuos, vínculos afectivos, desaprendizajes y apertura a nuevos aprendizajes... constituyen una fuente inagotable de conocimiento.
(...)
Habría que poner los cuidados en el centro para ir construyendo colectivamente la confianza, la libertad y la esperanza, en la alegría del ESTAR, desde la interdependencia y la autonomía. Si lo pensamos desde las identificaciones, encontraremos que tenemos puntos comunes con la gente, que facilitan el flujo de las relaciones, y también muchas diferencias que nos ayudarán a construir nuevos pensares/sentires/haceres, desde el disenso, y así ir restando identidad, entretejer saberes, haceres y sentires, sin objetivos a priori. Las identificaciones se dan en aquellas entradas de la matriz sociocultural en las que coincidimos con otras personas: identificaciones de género, de edad, de culturas del trabajo/clase social, de adscripción de lugar y/o asociativa.
Al identificarnos, si dinamizamos los cuidados se abre paso a otras construcciones. Los cuidados son un conjunto de prácticas orientadas a identificar y facilitar la construcción colectiva de los satisfactores que den respuesta a las necesidades del grupo o movimiento. Los cuidados funcionarían en forma de catalizador: atrayendo, conformando, agrupando acciones, pensares, sentimientos. Esta agrupación facilitaría la construcción colectiva de los satisfactores y la ayuda mutua para despojarnos de las pobrezas" (Encina, Ezeiza & Delgado de Frutos, 2019).
CRÉDITOS
Sintonía: Alegría - AlbertuchoCanciones del programa por orden de aparición:
- La ciudad es de goma (Gabriel Celaya) - Aguaviva
- A mis amigos (Jorge Guillén) - Alberto Cortez & Paco de Lucía
- Contrapunto para Humano y Computadora - El Cuarteto de Nos
- Iván Illich (1978). La convivencialidad. Ocotepec (México): CIDOC. http://www.ivanillich.org.mx/convivencial.pdf
- Javier Encina, Ainhoa Ezeiza y Nahia Delgado de Frutos (2019). Diversidad lingüística y matriz sociocultural. En A. Ezeiza y J. Encina (coord.), Trabajando la lengua desde una perspectiva dialéctica. Algunos apuntes sobre lengua y complejidad. Vitoria-Gasteiz: ISM-UPV/EHU, UNILCO-espacio nómada. https://ilusionismosocial.org/mod/resource/view.php?id=958
Programa bajo licencia CC-by-sa-nc a excepción de la música. Uso educativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario